Con el auge existente en el transporte local e internacional, es necesario contar con soluciones que se encarguen de solucionar problemas que se presentan en este sector. Uno de ellos es la denominada “última milla” o “último kilómetro”, que se refiere al último tramo que falta para llegar al destino final, en donde pueden ocurrir diversas dificultades y donde la satisfacción del cliente podría verse afectada. Este lapso ocurre desde que la mercancía sale del almacén, hasta su destino de entrega, que resulta crítico, ya sea debido al tránsito, difícil acceso, tiempo, eficiencia, etc.

Geolocalización para resolver problemas de logística

El caso es que hasta un tercio de los costes de envío pueden estar involucrados en esa última milla. Y para poder solventar estas dificultades y optimizar los procesos, una de las mejores soluciones es recurrir a herramientas de geolocalización móvil. Esto servirá, por un lado, para tener comunicación con el consumidor final, que es clave en toda la cadena de suministro; y por otro lado, realizar la gestión de transporte sin incidencias, además de poder realizar una anticipación a diversas dificultades que puedan presentarse.

Si bien hay quienes proponen desde novedosas medidas como la utilización de drones o de contar con lugares de almacenamiento, la solución más viable tiene que ver con la logística de la empresa de transporte y su flota de vehículos. Esto es, un sistema de geolocalización en donde no haya que depender de la pericia o conocimiento del conductor para llegar a un destino, contar con mapas online de consulta inmediata, incluso con restricciones a ciertas zonas, en suma, tener una logística digital mediante un software adecuado.

Todo ello, en suma, facilitará enormemente no solo la comunicación, sino el traslado y la satisfacción del cliente en el punto final. De esta manera, al anticiparse a problemas y tener una adecuada planificación, la última milla dejará de ser un dolor de cabeza tanto para la empresa de transporte, como para el consumidor final.